viernes, 20 de noviembre de 2015

Viajes en avión

Hoy viaja en avión Juanan para asistir a un curso de fisioterapia este fin de semana, mientras escribo los blogs y toda la mañana no puedo quitarme de la cabeza el hecho de que puede pasar algún percance, mientras estemos en silencio en espera de la comida estoy más tranquilo. Los viajes,en especial los realizados mediante el transporte aéreo siempre me ha inquietado y hoy no puede ser de otra forma,más estos días después de los atentados de París. Los terroristas islámicos no descansan, no tienen escrúpulos a la hora de matar a inocentes y atacan por sorpresa al enemigo que para ellos es occidente. En poco tiempo se han dado dos ataques mortales con muchas víctimas, el avión ruso en el Sinaí debido a una bomba casera pero eficaz y el otro día la masacre de París. El Avión, según los expertos, es el transporte más seguro en circunstancias normales, pero cuando hay elementos añadidos como en esos casos y tantos otros que provocan accidentes de aviación las muertes son seguras e inevitables. Confío que Juanan llegue a casa sano y salvo, esté con nosotros el fin de semana y regrese a su casa el lunes sin incidencias desagradables para reanudar su trabajo y su estancia en familia. Ya sé que lo pienso  muchas veces, que en cualquier momento, día y hora puede pasar un accidente de graves consecuencias y producir la muerte de un ser querido pero prefiero no tener que ser testigo de ello, antes prefiero que me pase a mi que a otros aún sabiendo que Mª del Carmen me necesita mucho. Nadie es imprescindible, ocupamos el lugar que nos corresponde es ese mundo pero la ausencia de un ser al que amas produce una gran tristeza e incluso desesperación. A estas horas es posible que haya aterrizado en Barajas con normalidad, que el vuelo no haya tenido ningún percance y que alrededor de las tres de la tarde esté
con nosotros, que a media tarde podamos ir a la ortopedia a comprar la silla de baño para su madre, que pueda acudir al centro de formación previsto y que regrese a Lezoux con Sandrine y Esteban el lunes. Reconozco que soy cobarde para ese tipo de viajes, que no soy positivo y que más bien me preocupo demasiado, pero en eso no tengo remedio, no puedo evitar los pensamientos negativos y las preocupaciones que para otros no dejan de ser preocupaciones absurdas.