Acabamos de estrenar un sillón elevador para Mª del Carmen con el fin de que los que la cuidamos podamos levantarla con facilidad. Es de color marrón tapizado liso con un tranformador de corriente con el fin de poder bajar lo más posible donde ella se sienta y así ayudarla a levantarse con el menor esfuerzo. También tiene la posibilidad de quedar totalmente horizontal con la finalidad de poder tumbarse como forma de descanso. La postura que más usaremos para ella es la de sentada con el respaldo vertical y la posibilidad de mover el asiento hacia abajo lo necesario para que se levante de forma fácil, naturalmente siempre con ayuda de las cuidadoras o con la mía. La ventaja que aún tenemos es que se aguanta de pie y puede andar lo que nos facilita el trabajo, otra cosa sería si no se mantuviera de pie y la tuviéramos que pasar del sillón a la silla de ruedas lo que es posible que tarde o temprano tengamos que hacer. Cuando llegue el momento habrá que buscar la forma más fácil de conseguirlo. Al ser una enfermedad degenerativa por la que llegará un día que no tenga movilidad o que ya no sea capaz de mantenerse en pie ni andar tendremos que adaptarnos a las nuevas situaciones, también está previsto alquilar o comprar una cama articulada similar a las que hay en los hospitales con el fin de ayudarnos y facilitarnos la tarea de cuidarla. La enfermedad avanza despacio pero avanza lo que hay que tener en cuenta para estar preparados cuando llegue el momento de afrontar situaciones nuevas. Salvo la silla de ruedas que la sanidad de la comunidad de Madrid la paga casi en su totalidad, el coste de los sillones elevadores y las camas articuladas no lo reembolsa, es un dinero que hay que invertir sin posibilidad de recuperación parcial o total. Es una enfermedad cara, la suerte que tenemos es que al concederle la gran invalidez le ha quedado una buena pensión que por ella sola cubre todos los gastos que su enfermedad requiere. Hay bastantes clases de sillones articulados, precisamente estos días Club Natura y Galería del Coleccionista los anuncian pero he preferido comprarlo en una ortopedia, visto el modelo, pagando al contado por la confianza que la tienda nos ofreció. Ya está pagado y esperemos que nos resulte de mucha utilidad, la cuidadora de la cena me dijo que le gustaba más que otros que conoce y lo que le parece bien es que no es cuero ya que hace sudar la espalda a la enferma si se está demasiadas horas sentada,
