jueves, 31 de julio de 2014

1 de cada 4 es niño

La forma que tiene Israel de acabar el terrorismo de Hamás y  los que según el gobierno considera terroristas es cruel y está fuera de los cánones éticos más elementales y en contra de los Derechos Humanos. Israel se pasa por el sobaco las normas y leyes internacionales haciendo caso omiso de las advertencias de la ONU y para rematar la faena de exterminio EEUU aunque dice en voz baja no a las matanzas indiscriminadas de civiles y de niños apoya la operación criminal de los dirigentes judíos por tierra, mar y aire. Bombardean hospitales, escuelas y barrios enteros matando e hiriendo a miles de personas en 21 días de operaciones bélicas con el fin,dicen ellos, de protegerse de los terroristas palestinos. Tienen que acabar con los túneles cavados por los palestinos como medida de seguridad y destruir los misiles que lanzan contra ellos lo que no les impide masacrar a la población civil de los que cuatro de cada uno de los fallecidos es niño. Esto es indignante. Claro que en en estos momentos el gobierno israelí es de extrema derecha que jamás ha temblado cuando ha sido necesario defenderse de sus agresores con la potencia militar que tiene sin preocuparle en absoluto la desolación, el dolor y la muerte que produce. ¿Les tendremos que agradecer que durante cuatro horas paren las hostilidades para abrir un paso humanitario con el fin de aliviar a los afectados por sus atrocidades, enterrar a los muertos, atender a los heridos que cada vez son más y permitir que aumenten los desplazados de la zona del desastre bélico que ellos provocan? ¿por qué tienen que bombardear hospitales y una escuela de la ONU, no por error logístico, varias veces? si se producen los bombardeos más de una vez no es un error es con toda intención, la de hacer daño. Ya me está molestando que se siga mencionando el holocausto judío durante la segunda guerra mundial cuando los judíos actualmente durante décadas están haciendo la vida imposible  a los palestinos de Gaza en especial y ahora los están exterminando sin el menor pudor, sólo por venganza,
aunque los terroristas palestinos y sus dirigentes tengan su propia responsabilidad en el conflicto palestino-israelí.